sábado, 26 de marzo de 2011

El hombre de Cromagnon y la extinción de los dinosaurios


El hombre de Cromagnon


 Y la extinción de los dinosaurios

Tercera parte


VIII
Homo Sapiens moderno

El hombre de Neanderthal desapareció, unos afirman que bruscamente, otros científicos replican que fue en formas progresiva. Su lugar fue ocupado por los hombres modernos, hace entre unos 50 a 35 mil años. Bueno, y por los otros animales que conviven y soportan al homo sapiens.
Después del Neanderthal vino el Homo sapiens sapiens, que es la especie a la cual pertenecemos los seres humanos modernos (figura Nº 1).



                                                        
                                                                     1 Hombre de Cromagnon 


Se han encontrado restos de los primeros miembros de esta rama en el Cercano Oriente y los Balcanes, fechados entre el 50 mil y el 40 mil años antes de nuestra Era. Quizá avanzaron hacia el norte y occidente a medida que  retrocedía el hielo. Estos seres humanos también cruzaron el estrecho de Bering, penetrando así en el continente americano y llegaron a Australia hace unos 25 mil años.
Los Homo sapiens sapiens se extendieron por la Tierra más que ninguno de los primates anteriores. Un grupo prehistórico de esta especie, hace 32 mil años, fueron los hombres de Cromagnon, llamados así por la cueva cercana a la aldea de Les Eyzies, Francia, donde fueron hallados sus restos óseos. Los Cromagnones vivieron la última glaciación y aunque su cerebro no era mayor que el del hombre de Neanderthal, le dieron nuevos usos pues, entre otras cosas, hicieron y mejoraron  muchos instrumentos y armas. Los Cromagnones son también los artistas más antiguos. El hombre actual no difiere básicamente ni en capacidad cerebral, ni en postura, ni en otros rasgos físicos, del modelo que la evolución había logrado en el hombre de Cromagnon..
Fue, entonces hace unos 50.000 años, que una nueva raza humana eliminó al primitivo hombre de Neanderthal de sus cuevas y de sus zonas de caza en la gélida tundra desprovista de árboles, que se extendía entonces hasta el sur de Europa y el centro de Asia. No sabemos aún con exactitud de donde llegaron los hombres de Cromagnon, tan dotados artística y técnicamente, para extenderse casi en una explosión demográfica en el paleolítico superior por Europa y África del norte y desde Asia hasta la China.
El proceso de evolución de los homínidos va desde su aparición con el Australopithecus, pasando  por el Homo Habilis, Erectus y Neanderthalis hasta llegar al Homo Sapiens, el hombre de Cromagnon.

Un estudio realizado por Broca, Quatrefages, Hamy y Lartet, de los restos de tres adultos varones, una mujer y un feto, de la cueva de Cromagnon llegó a la siguiente conclusión:
“Poseían locomoción bípeda, una reducción de la mandíbula con relación a los Neanderthales y la aparición del precedente de la laringe capaz de producir el sonido complejo conocido como lenguaje. La mujer presentaba una altura media de 1,62 metros, así como un peso de 62 Kg. El hombre tenía una altura de 1,75 metros y pesaban 78 Kg. Como podemos observar, estos parámetros son muy similares a los actuales” (figura Nº 2)


                                                                   

2 Familia Cromagnon 

Tenían gran capacidad craneal, aproximadamente unos 1.590 centímetros cúbicos, cráneo alargado, frente alta y la bóveda más elevada que los Neanderthales. Poseía las protuberancias supraorbitarias bien marcadas, cara ancha, nariz estrecha, órbitas bajas y rectangulares y  su mandíbula era robusta con mentón prominente. El cerebro de los cromagnones es, entonces, el más evolucionado de todos los homínidos.
Los hallazgos de herramientas varias demostraron que los hombres de Cromagnon utilizaban utensilios de silex, lo que les permitió convertirse en  grandes cazadores de los animales que luego fueron los que inmortalizaron en las pinturas rupestres en las cavernas. Dichos dibujos cumplían doble función, artística y mágica.
Los cromagnones ya tenían fundamentos esotéricos, creían en los espíritus de la Naturaleza, benéficos y maléficos, castigos diversos por violar tabúes impuestos por éstos y se regían por los dictados de jefes religiosos ó chamanes y cultos diversos.

A diferencia de los Neanderthales, el hombre de Cromagnon había descubierto una manera más fácil de hacer fuego. Colocaban en un hoyo hecho en el suelo un manojo de yesca  y sobre él golpeaban un nódulo de pedernal (variedad de cuarzo)  con una pirita (piedra de sulfuro de hierro) provocando una chispa que encendía el combustible (figura Nº 3)
                                                                  

                                                                
                                                    3 Encendiendo fuego con pirita y pedernal 

Ya no era imprescindible mantener el fuego encendido para no perderlo y las jóvenes que conservaban el mismo pasaron a tener una función religiosa junto al fuego sagrado.

Durante el periodo glaciar los cromagnones se desplazaron siguiendo las grandes manadas de bisontes, renos, mamuts y caballos salvajes. El aumento de población humana determinó la disminución de las fuentes de alimentos de los cazadores recolectores. Por ello el ser Homo sapiens moderno se hizo pastor, domesticó perros y comenzó a criar ovejas, vacas y otros animales como reservas de carne, grasa tendones y pieles. Más tarde, con el aporte fundamental de la mujer, además de tener rebaños comenzó la siembra sistemática de cereales rústicos, que con el tiempo fue mejorando, proceso que duró milenios. Así dejó de ser nómade para pasar a ser sedentario.

El homo sapiens sapiens inventó el arado, domesticó animales de tiro, fabricó cerámicas, comenzó a hilar tejidos de lana y lino y supo construir graneros y refugios para sus ganados
(Figura Nº 4).


                                                       4 Grupo de Homo Sapiens Sapiens

Los clanes nómades se transformaron en poblaciones sedentarias, protegidas con techos, paredes y fosos. Aprendieron a diferenciar el ritmo de las estaciones del año, que rige la siembra y la recolección, y su correlación con la posición de los astros, fundamentalmente del Sol y en segundo lugar de la Luna. Los brujos estudiaban los fenómenos climáticos y los cambios en la vegetación y los animales. En base a ello establecían cuándo, dónde y cómo se debía cazar, pescar, recolectar, sembrar y cosechar. Las curanderas sanaban mediante productos que elaboraban con raíces, troncos, tallos, hojas, flores y frutos, entre otras cosas. Con ellos y un poco de psiquiatría, combatían, tanto enfermedades como accidentes.
En nuestra campaña aún se encuentran, en forma de refranes, vestigios de esa observación de los fenómenos relativos al Tiempo Atmosférico y sus posibles consecuencias.
La escritora Marlo Morgan, nos relata sus experiencias en un viaje a pie por el desierto australiano en compañía de una tribu de aborígenes, a quienes se consideraban muy primitivos.
Aquí va un pequeño fragmento de cuando se le llagaron los pies: “Una mujer muy anciana se acercó a mí… pasaba ya de los noventa… Se quitó una pequeña bolsa de piel de serpiente… y vertió algo que parecía vaselina desconocida, en la palma de su mano. Me enteré de que era un ungüento de aceite de hojas… puso mis pies en su regazo, me frotó el ungüento en las llagas hinchadas y entonó una canción… noté que la quemazón, el escozor y el dolor de las llagas empezaban a aplacarse, y sentí un alivio progresivo”.

Para los biólogos, todos los seres humanos formamos parte de la misma especie Homo sapiens sapiens, aunque hay distintas razas. Las líneas generales de distribución racial se iniciaron en la Prehistoria.
Desde el punto de vista físico se pueden reconocer por lo menos cuatro categorías raciales fundamentales: negroide, caucasoide, mongoloide y australoide.
         
Lo que dio al hombre moderno su control aparente sobre la Tierra no fue su físico, sino su capacidad de aprovechar y transmitir verbalmente, con ejemplos o en forma escrita (cuando creó la escritura pasó de la prehistoria a la historia) a sus descendientes, la información cultural por medio de su inteligencia.
          


IX

La dinastía de los dinosaurios

Durante el periodo Triásico surgen los dinosaurios de una línea de los reptiles e inician una dinastía sobre elmedio terrestre que habría de durar 150 millones de años. Se han identificado más de 350 especies de dinosaurios, y se cree que ésta es una estima muy inferior a la de las especies que realmente existieron. Entre los dinosaurios están los animales más grandes que alguna vez hayan vivido sobre la Tierra. El Seismosaurus, el mayor  herbívoro conocido, tenía unos 40 metros de longitud. El Tyrannosaurus Rex, uno de los mayores carnívoros, tenía 12 metros de longitud (figura Nº 5).


5 Familia de dinosaurios

Los dinosaurios se dividen en dos grandes órdenes, los de pelvis de lagarto, Saurisquios, que comprenden tanto especies carnívoras como herbívoras, y los de pelvis de ave, Ornistiquios, cuyas especies eran todas herbívoras.
Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millos de años junto a otras muchas especies. Se ha propuesto que el impacto de un asteroide sobre la superficie terrestre podría ser la causa de la extinción en masa. Su existencia está documentada por las excavaciones arqueológicas  y los mitos y leyendas que los mencionan.




X

Teorías acerca de su extinción

Primera parte

Hay varias teorías al respecto, una afirma que los dinosaurios se extinguieron cuando cayó un meteorito hace aproximadamente 64,5 millones de años, otra afirma que hubo varias extinciones, una tercera replica que fue producto del vulcanismo, hay quien afirma que la glaciación los eliminó. Por último una teoría nos plantea la posibilidad de una extinción gradual de especies vivas por diversas razones. Y hay más.
Vamos a intentar resolver, por lo menos en parte, éste gran embrollo de teorías (figura Nº 6).




6 Esqueleto de un dinosaurio junto a una astrónoma



La teoría del impacto

La extinción de los dinosaurios se debió al impacto de un meteorito, según afirmó el director del estudio, Peter Schulte de la Universidad Erlangen, Nuremberg.
"Si uno reúne la gran cantidad de informaciones nuevas de los años recientes, sólo queda un gran impacto único como causa de la desaparición de los dinosaurios de la faz de la Tierra”.
Una teoría alternativa responsabiliza a las erupciones de volcanes en India de la extinción de los dinosaurios, pero el equipo internacional encabezado por Schulte e integrado por 41 expertos, está seguro de haber hallado la verdadera causa de la extinción, en base a una serie de indicios. "No tenemos la prueba exacta, (y ésta) posiblemente nunca exista", admitió Schulte.
En el año 1990 se encontró un cráter de 200 Km. de diámetro en el golfo de Méjico cerca de la península de Yucatán (figura Nº 7).



                                                                                 
                                                   7 Ruinas mayas en la península de Yucatán

El cráter de Chicxulub, cerca de la península del Yucatán (figura Nº 8), se atribuye a un meteorito de 10 Km. de diámetro que chocó contra el planeta a unos 90 000 Km. /h. Cuando el meteorito impactó al final del período Cretácico, liberó energía unos mil millones de veces mayor que la de la bomba atómica que fue arrojada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.



                                                                 
                                                                8 El cráter de Chicxulub

 “En la zona cercana al impacto hasta una distancia de unos 1.500 kilómetros, todo quedó totalmente destruido por el calor, los terremotos y los tsunamis", explicó Schulte. "Sin embargo, lo mortal fueron las consecuencias: grandes cantidades de polvo y mucho hollín llegaron a la atmósfera. Además, del subsuelo de la península fue liberado azufre en grandes cantidades. El efecto de esto fue una disminución de la temperatura durante varios años porque los rayos solares no podían atravesar la atmósfera para llegar a la superficie terrestre. Esto ocasionó el colapso de cadenas alimentarias completas", resumió Schulte.
Existen pruebas de que en el entorno del impacto (figura Nº 9) hubo una reducción masiva del plancton en el mar y una desaparición de árboles.


                                                                      
                                                                         9 Zona del impacto

Más de dos tercios de todas las especies animales y plantas desaparecieron, por lo tanto, no había comida para los herbívoros, de quienes a su vez dependían los carnívoros, como lo eran gran cantidad de especies de dinosaurios.



Segunda parte
 
Veamos otra teoría

Los dinosaurios, se dice, replican otros paleontólogos, aparecieron sobre la Tierra hace unos 240 millones de años, prácticamente al mismo tiempo que los primeros mamíferos y reinaron exclusivamente hasta su desaparición brutal y total hace 65 millones de años. Pero el asunto  no es tan sencillo (figura Nº 10).


                                                                
                                           10 Recreación artística del ámbito de los dinosaurios


“De acuerdo a los hechos reconocidos, lejos de ser súbita, la extinción fue progresiva. Empezó según las especies desde 10 millones hasta tres millones de años antes del fin del cretáceo.
Esta baja gradual del número de especies vivas es correlativa con una bajada general de la temperatura y una importante regresión marina, el nivel de las aguas bajó entre 100 y 200 metros”.
En la ciudad de La Plata, Argentina se exhiben varios esqueletos de dinosaurios a los que se podría hacer un estudio para determinar su antigüedad (figura Nº 11).



                                         
                          11 Esqueleto de dinosaurio en el Museo de Historia Natural de La Plata.
                              Crédito Dra. Andrea Sosa


Durante los dos millones de años que precedieron el fin del cretáceo,  hubo una actividad sísmica excepcional en el subcontinente indio. En el año 1973, Walter Álvarez descubrió una fina capa de arcilla roja, llamada actualmente el límite K/T, entre la capa geológica del cretáceo (K) y la del terciario (T). Esta fina capa contiene numerosos elementos extraterrestres.
Este límite K/T que se encuentra en todas partes del globo, es la prueba de un impacto de asteroide de gran tamaño. Por debajo de esta capa, se encuentran gran número de fósiles, y prácticamente ninguno por encima .De aquí viene la idea de una desaparición trágica y brutal de dinosaurios.
Según la  "Hipótesis de Álvarez" de 1980, padre e hijo, la extinción de los dinosaurios y de muchas otras formas de vida habría sido causada por el impacto de un gran meteorito contra la superficie de la Tierra hace 65 millones de años. Varios fósiles de dinosaurios se han hallado en diferentes lugares y muchos pudieron ser reconstruidos.  (Figura Nº 12).


                                              
                                                         12 Un dinosaurio reconstruido



Tercera parte
I Dinosaurios en Argentina

Florentino Ameghino, de   nacionalidad Argentina, fue naturalista, climatólogo, paleontólogo, antropólogo y escritor. Estudió los terrenos de la Pampa, coleccionando numerosos fósiles, en los que se basó para hacer numerosas investigaciones de geología y paleontología. También investigó el hombre cuaternario en el yacimiento de Chelles.
Fue profesor de zoología en la Universidad de Córdoba, subdirector del Museo de La Plata y director del Museo Nacional de Buenos Aires.
Para explorar el territorio patagónico, costeó una expedición a cargo de su hermano Carlos, para lo cual estableció una librería, que atendía personalmente, en La Plata.
Hizo numerosos descubrimientos (figura Nº 13) y publicaciones varias.

                                                      
                                                               13 Dinosaurio de la Patagonia
     
“Formaciones sedimentarias del Cretáceo Superior y del Terciario de Patagonia”, es una obra de síntesis, que no se limita a las descripciones, sino que plantea hipótesis sobre la evolución de los diversos mamíferos y analiza las distintas capas de la corteza terrestre y sus posibles existencias. Finalmente, entre 1907 y 1911, vuelve Ameghino a su primitiva dedicación, el hombre fósil, las descripciones de los primeros habitantes, sus industrias y culturas.
Una recopilación, publicada como Obras Completas, en 24 volúmenes de entre 700 y 800 páginas cada uno, contiene clasificaciones, estudios, comparaciones y descripciones de más de 9000 animales extinguidos, muchos de ellos descubiertos por él. “Tal importante era este catálogo en relación con la cantidad total de mamíferos extinguidos conocidos en el mundo entero, que científicos de América y Europa viajaban a la Argentina a conocer la colección de Ameghino, escépticos y curiosos, para rendirse por fin, ante la evidencia de la verdad y el genio del naturalista” ( figura N 14).


                                                         
                                              14 Dinosaurio posando en el Museo de la Plata



II El iridio y los meteoritos
Las investigaciones se centraron en encontrar una capa en la corteza de la Tierra con niveles elevados de iridio. Los niveles del iridio son generalmente más altos en asteroides y otros objetos extraterrestres. La evidencia del iridio fue hallada anteriormente al descubrimiento del cráter de Chicxulub en Yucatán.
Uno de las mayores objeciones a la hipótesis de impacto era que no se conocía un cráter cuyas dimensiones correspondieran al tamaño calculado, que debería tener entre 150 y 200 Km. de diámetro. Si bien no sería imposible que la Tierra hubiera cambiado desde entonces escondiendo una tal deformación, en 1990 se ubicaron indicios en Haití de un tsunami de grandes proporciones que arrastró residuos de iridio.
Y ya vimos que, durante estudios geológicos realizados desde los años 1960 en adelante, se pudo ubicar un cráter en Chicxulub, en la península de Yucatán, con un diámetro de unos 170 Km.

Para algunos científicos, el problema de esta teoría es que la lectura de los registros fósiles sugiere que la extinción masiva de hace 65 millones de años duró cerca de diez millones de años, lo que no cuadra bien con que su causa fuera el impacto. Otros autores sostienen que la extinción fue muy rápida para la mayor parte de las especies. Es evidente que gran parte de estas discusiones está condicionada por la escasez de restos fósiles en grupos de los dinosaurios ya que se calcula que la población al momento de su extinción pudo ser de 10.000 millones de estos animales en todo el mundo. Hasta el momento, la única zona conocida rica en restos de dinosaurios con continuidad sedimentaria a través del límite K/T es la Formación Hell Creek de Norteamérica, donde los especialistas en dinosaurios llevan décadas discutiendo sobre si su extinción fue catastrófica o se produjo gradualmente a lo largo de los últimos diez millones de años del Cretácico.
A pesar de la dificultad de encontrar series ricas en fósiles de dinosaurios donde se haya registrado el límite K/T, algo positivo se podría lograr calculando cómo varía su diversidad con el tiempo. Al respecto, el equipo de D. E. Fastowsky publicó en 2004, en la revista Geology, un trabajo donde analizaban estadísticamente la base de datos más completa que existe sobre la diversidad de restos óseos, huevos, coprolitos y huellas de dinosaurios encontrados en los cinco continentes. Allí llegan a la conclusión que, lejos de descender, la diversidad de géneros fósiles relacionados con los dinosaurios dentro de los últimos 18,5 millones de años del Cretácico alcanzó un máximo justamente durante los dos millones de años previos al límite K/T, contradiciendo el aparente declive gradual que algunos autores han defendido.
Los foraminíferos planctónicos, organismos unicelulares marinos, son otro grupo muy estudiado en relación con las extinciones del límite K/T.
El límite K/T es una huella geológica, presente como una estrecha capa en los estratos de la corteza terrestre, que data aproximadamente de hace 64,5 millones de años. El nombre proviene de K, abreviatura aplicada al periodo Cretácico y T, abreviatura   normalmente aplicada al periodo Terciario. Se considera que el límite K/T marca el final de la era Mesozoica y el comienzo de la era Cenozoica.
Los resultados científicos de un equipo internacional de investigadores liderados por Gerta Keller de la Universidad de Princeton, EE. UU. y Thierry Adatte de la Universidad de Neuchâtel, Suiza, concluyen conque el cráter es 300.000 años más antiguo que la lámina K/T (Cretácico-Terciario). Por el contrario, otros estudios con foraminíferos planctónicos llevados a cabo por el equipo de Jan de  la Universidad Libre de Ámsterdam ó por el equipo de Micropaleontología de la Universidad de Zaragoza, España, sostienen que el impacto meteorítico tuvo lugar coincidiendo con el límite K/T.
 

                             III Cráter gigantesco y la extinción en masa

Según un informe de Astroseti  del 2 de junio de 2006, un cráter aparentemente tan grande como Ohio ha sidoencontrado en la Antártida. Los científicos piensan que se formó por una roca espacial que causó la mayor extinción en masa sobre la Tierra, hace 250 millones
de años.
El cráter, enterrado bajo 800 metros de hielo y descubierto mediante investigaciones aéreas y de satélite, es más del doble de grande del que se supone ocasionó la desaparición de los dinosaurios (figura Nº 15).




   15 Cráter en la Antártida

"El impacto de Wilkes Land es mucho mayor que el impacto que mató a los dinosaurios y probablemente ocasionó un daño catastrófico en aquella época", dijo Ralph Von Frese, un profesor de ciencias geológicas en la Ohio State University.
El cráter tiene unos 480 kilómetros de ancho y fue encontrado mirando diferencias en densidad que aparecen en las mediciones de la gravedad con los satélites GRACE de la NASA. Los investigadores detectaron una concentración de masa, a la cual ellos denominaron" mascón", sustancia densa que surgió del manto como en un impacto.
La extinción Pérmico-Triásica, como se le conoce, borró la mayor parte de vida en la tierra y en los mares. Los investigadores han supuesto durante mucho tiempo que una roca del espacio tuvo que estar involucrada. Otros científicos le dan la culpa a la actividad volcánica o a otras cosas diferentes. Las condiciones de extinción eventualmente permitieron que los dinosaurios, eventualmente, gobernaran el planeta.
El hallazgo
“El impacto de esos asteroides provocó violentos terremotos, erupciones volcánicas devastadoras y la combustión de seis hasta trece mil millones de toneladas de carbono, convirtiendo la atmósfera cinco veces más rica en dióxido de carbono  y eso durante más de 10. 000 años, haciendo subir brutalmente la temperatura global de más de 7ºc “.
Las consecuencias fueron un "invierno nuclear" devastador que desordenó la cadena alimenticia. De esto período sombrío, solo los animales de menos de 25 Kg. parecen haber podido salir adelante y reanudar con el curso de evolución. Así, los dinosaurios habrían dejado paso a los mamíferos. Sin embargo existían numerosos dinosaurios de tamaño reducido”.



IV Las diversas teorías

Diversas teorías se han sucedido para intentar explicar esta desaparición global pero ninguna parece totalmente satisfactoria. Al tomarse en consideración la extinción brutal, la tesis del  asteroide ó los asteroides  era aceptada por todos.
Sin embargo los críticos a la extinción masiva por impacto extraterrestre afirman, “Ahora descubrimos que la extinción fue progresiva y más importante en el ambiente marino y terrestre que en el agua dulce (lagos, ríos) y podríamos pensar en un conjunto de causas y no sólo en un acontecimiento inicial responsable. Los asteroides exterminaron solamente un grupo entero que había sobrevivido y evolucionado durante varios millones años. Queda sin embargo por resolver el enigma de la supervivencia de los grandes cocodrilos. ¿Por qué sólo esos grandes reptiles han sobrevivido? Sencillamente ¿se beneficiaron de la protección de "nichos ecológicos favorables en aguas dulces? ¿Se han aprovechado de propiedades desconocidas de los animales de fría? “.

“Cuánto más investigamos, más teorías encontramos para explicar la extinción de los dinosaurios  Acaso la larga vida de los  mismos, entre ochenta y trescientos años, aproximadamente, puede haber sido la causa de que no se pudieran adaptarse a los cambios producidos en su medio ambiente”.
 Algunos sugirieron que podrían haber sido diezmados por una epidemia, más los estudios en los fósiles no han detectado nada de ello.
También se ha formulado la teoría de que murieron víctimas de la explosión bastante cercana de una supernova, debida a la desaparición de la capa de ozono, o también  a una bajada o inversión del campo magnético que protege la Tierra.
Ésta hipótesis muy bonita, sobre todo por lo del ozono, no explica como es posible que sólo a ellos haya afectado la explosión de la nova y los demás animales siguieran viviendo lo más campantes.
Otra sugerencia es que hayan fenecido a cauda de las enormes variaciones producida por las glaciaciones ó por las variaciones orbitales que nos habla Milankovitch.
Los críticos a esa hipótesis replican que se han encontrado numerosos dinosaurios en Spitzberg y en el  Antártico lo que demuestra la gran adaptabilidad climática de los dinosaurios.
El Dr. Zikui Zhao del instituto de paleontología de Pekín, por su parte plantea la tesis del     envenenamiento de los huevos con el iridio. Fundamenta sus decires en el examen de los defectos de estructura observados en once especies de huevos desterrados en India y fechados con 65 millones de años.
Pero no faltaron los que le preguntaron como era posible que a las aves no les hubiera pasado nada al respecto. Nunca falta quien ponga el dedo en la llaga.

Encontré un planteamiento que hasta entonces ignoraba, la hipótesis gravitacional de Frédéric Malmartel, que afirma los dinosaurios grandes y pequeños desaparecieron por su exceso de peso (sería un caso más que demostraría lo dañosa que es la obesidad).
Un súbito aumento de la constante gravitacional "G"  habría matado los dinosaurios, sin afectar a los reptiles, cuando la gravitación era superior.  Los mamíferos, por ser más pequeños y delgados se adaptaron rápidamente a las nuevas circunstancias.
“Una variación súbita de "G", dicen los que siempre ponen palos en la rueda,  “explica bien los diferentes aspectos del problema, en cuanto se trata de la fauna terrestre y marina y también la flora. Sin embargo queda por calcular tal variación cuya periodicidad sería de 26,2 millones de años. La hipótesis gravitacional es muy atractiva porque el gigantismo de los dinosaurios es incluso ahora un enigma demasiado ignorado. Su talla es  incompatible con nuestra gravedad actual y, en la época de los dinosaurios, la fauna tenía también proporciones gigantescas.
También es muy curioso constatar que los fósiles imposibles de homínidos como por ejemplo los descubiertos por Ed Conrad, son los de gigantes que corresponden también a sus huellas imposibles”.
      
“A lo largo de nuestra historia se produjeron numerosas extinciones masivas de varias intensidades, proporcionales a la longitud de las líneas. Muchas especies desaparecieron definitivamente pero siempre algunas  lograron sobrevivir. Algunas, como las ranas o también el celacanto resistieron sin problemas... ¿Sería imposible imaginar que, entre las numerosas especies que  globalmente desaparecieron, unos pocos individuos hubieran sobrevivido, mas o menos tiempo...? Si hubiera ocurrido eso encontraríamos algunas huellas...En esta fina capa,  cuyo espesor varía según los sitios desde algunos milímetros hasta unos centímetros, se encontró treinta veces más iridio que la normal. El iridio es un metal raro sobre la Tierra pero abundante en los meteoritos, cristales de níquel que no se encuentran en ninguna otra parte de la Tierra y por consecuencia son seguramente de origen extraterrestre. Helio-3 preso en fullerenses. Sobre la Tierra se encuentra sobre todo helio-4, el helio-3 en cambio es muy abundante en el espacio. Los fullerenes son moléculas raras y muy estables, compuestas con 60 átomos y toman la forma de un balón de fútbol han sido descubiertas  sólo en el año 1985”.
Sólo los animales de menos de 25 Kg. parecen haber podido sobrevivir, probablemente porque eran menos necesitados de elementos nutritivos más adaptables se podían albergar más fácilmente en "nichos ecológicos" favorables, menos sensibles a las variaciones de temperatura y al dióxido de carbono, entre otras cosas.


Conclusiones
Si realmente hace 64.5 millones de años, más ó menos, se extinguieron masivamente los dinosaurios, entonces no tuvieron el placer de conocer al ser humano. Recordarán que Ardi, la mujer más antigua hallada hasta el presente se estima existió hace 4.4 millones de años. Más si la extinción fue progresiva, algunos pudieron haber llegado vivos hasta llegar a ser contemporáneos de los primeros seres humanos ó sus precursores. Eso lo veremos en el próximo artículo

 



           








      









de cráteres de 30 y 25 Km. de diámetro respectivamente en Ucrania, cráter de Boltysh, y en el mar del Norte, cráter de Silverpit, fechados también con 65 millones de años, pueden sugerir que la Tierra sufrió probablemente un real bombardeo cósmico.

Los primeros seres humanos, Lucy y Ardi


Los primeros seres humanos, Lucy y Ardi



Lucy y Ardi


Estuvimos estudiando a Lucy cuyos restos se estimaron son los de “La primera familia” humana, los Australopithecus y luego continuamos con el Homo Hábilis. Pero en realidad Lucy no es el ejemplar más antiguo y dejó de ser “la abuela de la humanidad” para ceder su lugar a Ardi, ejemplar hallado hace quince años, de la familia de los Ardipithecus ramidus (figura Nº 1).


                                                          1 Ardi, Ardipithecus ramidus

Cuando supe del asunto me extrañó que los medios de comunicación masivos, televisión, diarios y radios, no hubieran dicho una palabra sobre el asunto que tuvo divulgación mundial hace unos meses. De inmediato comprendí cual fue la causa, la muerta era muy vieja, no había sangre fresca que mostrar ni familiares que lagrimearan ante las cámaras, no existía el sensacionalismo ni cabía presentar aparentes sesudos cronistas haciendo conjeturas. No hay drama humano que exhibir, no se puede montar un reality show En realidad no era un material vendible porque ninguno de esos comunicadores  tiene ojos en la nuca y carecen de interés por todo lo que sea investigar acerca del pasado del ser humano. Tampoco influiría en el rating de audiencia y por último nadie iba a poder trepar políticamente con el hecho para aumentar sus niveles de popularidad. ¡No somos nada!

En el Awash Medio, en las orillas y cercanías del lago Yardi, se pueden encontrar fósiles debido a que los cuerpos de los animales quedan enterrados y no se descomponen porque en el correr del los tiempos geológicos, arcaico, proterozoico y fanerozoico, el agua filtra los minerales de los huesos y elimina la materia orgánica.
Cuando era niño, junto con mi hermano, encontramos en el lecho del río Negro un cráneo totalmente conservado, que luego supimos era de un mao pelada, restos de lobitos de río y el esqueleto completo de un carpincho. Asimismo, en varias visitas, hallamos bonitas piedras, que examinadas detenidamente, descubrimos eran cuerpos petrificados. Incluso hallamos frutas varias entre la que se destacaba una hermosa banana perdida, vaya a saber desde hace cuanto tiempo, en el  lecho del proceloso Hum. La banana la pinté y se la regalé a una tía mía. El resto de los demás hallazgos fueron desapareciendo con el tiempo, supongo que mi madre los hizo desaparecer.

Tim D. White, con el apoyo de los colegas etíopes Gidal WoldeGabriel y Berhane Asffaw, hace quince años descubrieron el esqueleto de un humínido. Fue una hembra que murió hace 4,4 millones de años en Aramis, a menos de 30 kilómetros al norte de donde se encuentra actualmente el lago Yardi.
Nos cuenta Jamie Shreeve que “Después de morir, los huesos de Ardi fueron enterrados rápidamente. Los minerales empezaron a reemplazar la materia orgánica. Al continuar el movimiento de la falla geológica, la cuenca del Afar se hundió y se llenó de sedimentos. Las fallas y los movimientos ascendentes, junto con la erosión, conspiraron para volver  a exponer sus huesos fosilizados”.
De la especie Ardipithecus, a la mujer adulta encontrada se le llamó Ardi, quien como las ardillas se alimentaba de hojas, frutas, nueces y otros frutos secos. Así lo indican los dientes hallados. El 17 de diciembre de 1992 el paleontólogo Gen Suwa encontró el molar de un homínido, días después Alemayehus Asfat, fanático de los fósiles, halló un pedazo de una mandíbula infantil con una muela. Suwa y White comprendieron de inmediato que era de un ser mucho más primitivo de los conocidos hasta entonces. En 1993 se continuó explorando Aramis y aparecieron caninos, molares, dientes y un brazo fósiles de homínidos en la zona de árboles y plantas. El análisis de los isótopos del esmalte de los dientes hallados mostraba la existencia de una dieta vegetariana del entorno boscoso. En caso de ser bípeda, White y su equipo estaban al borde de un gran descubrimiento. Fue entonces que al nuevo homínido se le dio el nombre de Ardipithecus ramidus. En lenguaje afar, ardi significa suelo y ramid, raíz.
En 1994 volvió White y su equipo al lugar y al caer la tarde del primer día de excavación Yohannes Haile-Selassie se topó con el hueso de una mano muy cerca del lugar en donde habían aparecido lo dientes, hacía un año. Como ya no se veía bien dejaron la tarea para el día siguiente. Encontraron huesos de mano y pie, una tibia, un cráneo (figura Nº 2) y una pelvis. Luego hallaron más huesos y llegaron a la bonita suma de 125. Tenían un extraño esqueleto casi completo, si consideramos que actualmente el esqueleto de un humano adulto tiene unos 206 huesos.


                                                     2 Cabeza de Ardi. Foto Tim. D. White

Pasaron dos años largos para que pudieran recuperar el esqueleto. Otros varios años fueron necesarios para preparar los huesos y catalogarlos. Trabajaron también con los nuevos huesos que seguían apareciendo de otros ejemplares fósiles. Suwa escaneó los huesos con un tomógrafo computado y creó versiones digitales para analizarlas a fondo. Durante quince años el equipo encabezado por White fueron los únicos que estuvieron trabajando con Ardi.

Cuando estudiaron el hueso del pie, llamado cuneiforme medial, que se articula con la base del dedo gordo del pie, constataron fehacientemente que, si bien el esqueleto hallado era como de un simio, su pie no lo era porque Ardi podía caminar erguida con sus restantes cuatro dedos alineados (figura Nº 3)

                                                                        

                                              3 Su pie no era de simio. Crédito Tim D. White

La pelvis, según el anatomista Owen Lovejoy “muestra un primate primitivo a medio camino de convertirse en humano”. Por otra parte, la mano de Ardi (figura Nº 4) difiere de la de los simios, porque si bien posee dedos largos, la palma es corta y muy flexible, por lo cual podía caminar sobre sus palmas en las ramas de los árboles y también sostenerse de las ramas por detrás de su cabeza. Asimismo afirma Lovejoy, los machos no disputaban por las hembras y formaban parejas estables. El macho le llevaba a su hembra y sus crías alimentos y ello requería que tuviera las manos libres mientras caminaba transportando la comida para su familia.

                                               
                                                 4 Mano de Ardi. Crédito Tim E. White
 
En conclusión White sostiene que Ardi no es el eslabón perdido, humanos y simios derivan de un común ancestro pero ambos grupos evolucionaron en forma separada y distinta hasta el presente. “En la primera etapa estaba Ardipithecus, el punto cero, un bípedo primitivo con parte del pie en el pasado y otra en el futuro, con los colmillos de los machos reducidos y  “feminizados” en su forma, con un hábitat restringido a zonas arboladas”.

De esa manera Lucy, la mujer africana que vivió hace 3 millones de años, dejó de ser nuestro primer antepasado en la cadena de evolución de los primates. Ahora se conoce que es "Ardi", otra mujer africana de 120 centímetros de altura y 50 kilos de peso, que habitó en las zonas boscosas, hace 4.4  millones de años, en lo que hoy es Etiopía, el primer antepasado del ser humano actual.

"Una conclusión sorprendente es que es probable que los simios africanos hayan evolucionado ampliamente desde que compartimos ese último ancestro común, lo que convierte así a chimpancés y gorilas vivos en pobres modelos para el último antepasado común y para entender nuestra propia evolución desde ésa época”. Dice Tim White desde la Universidad de California Berkeley.
En uno de los artículos publicados en 'Science' Tim White presenta los principales descubrimientos de la investigación. Los científicos estudiaron 110 especímenes de Ardipithecus procedentes de la cordillera de Afar al noroeste de Etiopia.
El ejemplar mejor conservado, Ardi, es una hembra que pesaba 50 kilogramos y medía alrededor del metro y medio y de la que se conserva un esqueleto parcial con gran parte del cráneo, manos, pies, miembros y pelvis. Tenía un cerebro pequeño, incluso más pequeño que el del Australopithecus. Su cara poseía un hocico prominente, lo que le confería una apariencia similar a los simios aunque no se proyectaba tan adelante como la parte inferior de las caras de los simios africanos modernos. Algunas características de su cráneo, como el promontorio sobre el entrecejo, son bastante diferentes a las de los chimpancés (figura Nº 5).


                                                                                        Reconstrucción del esqueleto de Ardipithecus Ramidus

El análisis de sus dientes también sugiere que el 'Ardipithecus' era socialmente menos agresivo que los chimpancés y otros simios africanos actuales. Además, el hecho de que los dientes de macho y hembra sean de tamaños similares, a diferencia de lo que sucede en los simios africanos, también indica que estos homínidos podrían haber participado en un sistema social que supusiera menos competición entre los machos.
Los investigadores también proponen que las manos del ancestro más temprano de los seres humanos, eran ya relativamente ágiles y que sólo requerían un alargamiento de los pulgares y un acortamiento de los dedos para utilizar y producir herramientas.

                             
                               De Homo Erectus a Neanderthalis

                                                                 IV
                                     Conociendo al Homo erectus

Hasta hace 1,3 millones de años la historia de los homínidos parece se desarrolló solamente en África, única zona sin glaciaciones; a partir de allí surge una nueva especie: el Homo Erectus, que antiguamente era conocido como Pithecanthropus. Hay antropólogos que hacen aparecer el Homo Erectus hace 1.500 millones de años. Sus restos se encuentran en África, Asia y Europa. Siendo originaria de África ha sido la primera especie con tendencia a emigrar, debido a los necesarios desplazamientos en busca de nuevos territorios de caza. La duración de unos 1,2 millones de años de esta especie explica su difusión, sin necesidad de traumáticos desplazamientos en masa (figura Nº 6).


                                                      6 Dibujo de como sería un Homo Erectus



Aunque surgió hace 1,3 ó 1,5 millones de años, no se extinguió hasta aproximadamente 100.000 años, en el paleolítico inferior, coexistiendo por épocas con sus predecesores, y luego con el Homo Sapiens Neandertalensis, que lo reemplazaría. Su máximo desarrollo se alcanzó desde aproximadamente 730.000 a 100.000 años, fecha cercana, se supone, de su extinción, al principio de la cuarta glaciación. En Europa vivieron durante varias glaciaciones alpinas y períodos más templados. Durante estas glaciaciones el nivel del mar bajó considerablemente, por lo que se supone que los primeros llegarían a Europa a través del estrecho de los Dardanelos. La diferencia fundamental con los homínidos que lo antecedieron radica en el tamaño, sobre todo en el cerebro. Más alto, más delgado, capaz de moverse rápidamente en dos pies, tenía el pulgar más separado de la mano (pulgar oponible) y su capacidad craneana llegó a ser de 1.250 centímetros cúbicos. Fabricaba herramientas como el  hacha de piedra, instrumentos de pesca, flechas y lanzas, amén de cacharros y ropas para protegerse (figura Nº 7).

                                                           7 Eligiendo material para trabajar


Al principio conservaba el fuego aunque  no sabía como crearlo pero se sirvió de él para calentarse, cocer alimentos y ahuyentar enemigos. Lo convirtió en el "hogar", centro de la  vida social y elemento integrado en el entorno humano.
Con el fuego aparecen los primeros campamentos organizados, al aire libre, protegidos con maderas y cueros de animales cazados, o en  cuevas. Éste es el origen del verdadero cambio psicológico de la humanidad y del desarrollo de estructuras sociales, como el clan. Alrededor del fuego los cazadores contaban sus hazañas, organizaban la caza del día siguiente, relataban historias, muchas de ellas ya entrando en lo  mitológico y se reforzaban los lazos que unían la familia y el clan.

El fuego, fuente de energía, mejora su calidad de vida y permite la colonización permanente de áreas de lo que luego fue Europa que eran  inhabitables en épocas de frío intenso (figura Nº 8).
                                                    
                                                            8 Dibujo del grupo familiar junto al fuego


El grupo mejora la alimentación y la conservación de alimentos. Se utiliza en la fabricación de utensilios por endurecimiento y prolonga las actividades al lograr más horas de luz.
La tribu vivía de la caza, del carroñeo y de la recolección de gramíneas y vegetales. En función de ello su vida era nómade, explotando un determinado territorio según las migraciones de animales, épocas de recolección en lugares concretos de gramíneas y bayas de estación. Los hogares hallados eran en donde cierta parte del grupo desempeñaba una labor específica como ser la caza, despiece o talla de instrumentos. Existían campamentos al aire libre y otros en donde todo el grupo permanecía por un lapso prolongado.
Los restos hallados de los hogares más antiguos se han datado entre 500.000 y 400.000 años. Los lugares de habitación son, según las circunstancias, al aire libre  o en cuevas y abrigos naturales. En algunas estaciones al aire libre se  han localizado estructuras complejas formando cabañas donde se pueden  diferenciar distintas partes, para cocinar, tallar o descansar. Los cambios climáticos suponen grandes alteraciones en plantas y animales,  modificando intensamente los recursos accesibles para estas comunidades con una economía cazadora, pescadora y recolectora. Sus estrategias son todavía de supervivencia y adaptación al medio, que van cambiando, de forma cíclica, junto con los cambios en las distintas estaciones
En las excavaciones se han encontrado hachas de mano bifacies, ya con una simetría y más elaboradas que los de sus antecesores, el hendedor y las  bolas de arrojar. Estos útiles exigen un diseño mental previo más complicado que  los cantos trabajados del Homo Habilis, su función es también más especializada. La materia prima se selecciona más y mejor.
El Homo Erectus buscaba rocas duras y de grano fino como el sílex. Las herramientas se reducen de tamaño y la simetría es creciente. Y, ocasionalmente, en algunos grupos,  golpeando pirita con pedernal producía chispas que al caer sobre pasto seco encendían el fuego. Se descubren nuevas técnicas de talla, con percutor blando, madera y asta, que permiten mayor precisión en la fabricación de herramientas al darle mejores filos y acabados. Aparecen útiles de concepción compleja, raederas, buriles, raspadores, perforadores, que se desarrollarán en  épocas paleolíticas posteriores. Todavía no se trabajaba sistemáticamente el hueso ni el asta.
La organización familiar estaba constituida por grupos reducidos de integrantes para poder  explotar los recursos de un área sin agotarlos y cubrir las necesidades mínimas del grupo, que se ha calculado entre  seis o siete hasta veinte o treinta  miembros, dependiendo de los recursos accesibles, entre otros factores (figura Nº 9).



                            9 Un grupo reducido de integrantes preparándose  para comenzar alguna tarea

Su existencia estaba ligada también a la de conexiones con otros grupos para formar redes de intercambio matrimonial y de información. Si un grupo se aísla surge la endogamia y con ella la extinción del mismo al cabo de un tiempo. Los restos de los grandes mamíferos de esta época hallados pueden responder a actividades de carroñeo de grandes animales, mamuts, elefantes, hipopótamos, rinoceronte, muertos por causas naturales, o de los restos dejados por otros animales. Las actividades de caza de los grandes herbívoros requería la cooperación de varios grupos, que aportaban grandes cantidades de carne y reforzaban los lazos sociales. La recolección era muy importante ya que era más seguro que la caza y buscar restos de animales muertos.

En la década de 1930, el anatomista y antropólogo físico alemán Franz Weidenreich y otros expertos completaron el descubrimiento de la colección más famosas de fósiles de Homo erectus, cerca de Pekín, fósiles que en su conjunto recibieron el nombre popular de hombre de Pekín. Weidenreich fue quien reinterpretó en 1940 estos restos como Homo erectus pekinensis, una subespecie de Homo erectus.
En la cueva de Zhoukoudian se encontraron restos de más de 30 individuos que habían vivido entre hace 500.000 y 250.000 años. Las excavaciones se multiplicaron después de 1972. Miles de instrumentos líticos han sido encontrados en asociación con fósiles del Hombre de Pekín, tajadores, rascadores, cuchillos, martillos, yunques y algunas puntas. También instrumentos de huesos de ciervo, gamo y búfalo, como cavadores, cuencas, cuchillos y puntas. Se ha comprobado además que el Hombre de Pekín usaba el fuego para cocinar, pues en su cueva se han encontrado cenizas y carbón vegetal asociados a huesos de animales y a semillas quemadas; sin embargo, no hay acuerdo sobre si era fuego conservado de fuentes naturales o era ya producido artificialmente. Encontraron también instrumentos de construcción como martillo y otras herramientas.
En China se hallaron otros yacimientos importantes de fósiles de esta especie con gran número de utensilios fabricados por el Homo erectus y en otros lugares de antigüedad similar, al menos entre 1 millón y 250.000 años de antigüedad. Luego se descubrió, en Kenia, el Homo ergaster, que se puede considerar el erectus africano y probablemente la especie original. El conjunto de estos y otros hallazgos es clasificado actualmente dentro del género Homo y son designadas la especies de los hombres de Java y Pekín como Homo erectus, que parece haber evolucionado en África como Homo ergaster (figura Nº 10) a partir de las poblaciones anteriores de Homo habilis, para, a continuación, dispersarse por gran parte de Asia desde hace unos 1,7 millones de años.
                                                                     

                                   
                                        10 Una pareja de Homo Ergaster

Los últimos fósiles conocidos de la especie Homo erectus, en Java, están datados en unos 130.000 a 50.000 años antes del presente, aunque algunos no están totalmente de acuerdo. El Homo erectus  se dispersó ampliamente y tuvo, relativamente, larga vida.

Desde el descubrimiento del Homo erectus, los científicos se preguntan si esta especie era un antepasado directo del Homo sapiens. Las últimas poblaciones de Homo erectus  pueden haber vivido hace solamente 50.000 años, simultáneamente con poblaciones de Homo sapiens, y se descarta que a partir de estas últimas poblaciones de Homo erectus haya evolucionado el Homo sapiens. Aunque poblaciones anteriores de Homo erectus asiáticos podrían haber dado lugar al Homo sapiens, hoy se considera más probable que el Homo sapiens hubiera evolucionado en África probablemente de poblaciones africanas de Homo erectus. Luego los primeros Homo sapiens habrían migrado desde el noreste de África hace menos de 100.000 años al Asia, donde tal vez se encontró con los últimos Homo erectus.

Lo concreto es que los hallazgos realizados  en la zona del lago Turkana por Louise Leakey y Meave Leakey indican que los Homo habilis vivieron en África hasta hace al menos 1.440.000 años, esto significa que ambas especies coexistieron por un lapso de unos 500.000 años. Aunque hay autores como Erik Trinkaus que opinan que la convivencia no descarta que los Homo habilis sean ancestros directos de los Homo erectus.
Algunos científicos consideraron que el Homo erectus era el representante directo del actual ser humano, pero luego se supo que muchos Australopithecus poseían rasgos semejantes. También pudo haber sucedido que se mezclaran elementos de una y  otra especie, después de todo el amor es ciego. Eso sí, son los primeros humínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste de Asia.



                                                El hombre de Neanderthal

                                                                     V
                                                             Homo sapiens Neanderthalis
         

Una ó más subespecies del Homo erectus evolucionaron hasta llegar al Homo sapiens, un nuevo tipo físico. Los presuntos restos más antiguos del Homo  sapiens tienen una edad entre 250 mil y 50 mil años. En sentido estricto se le denomina Homo sapiens Neanderthalis, el hombre de  Neanderthal. Recibe este nombre por el lugar dónde se encontró el primer cráneo que demostraba la existencia de su especie, en el valle  de Neander, en Alemania. Los hombres de Neanderthal tenían el cerebro de mayor tamaño y el  cráneo distinto que del Homo erectus. Su mentón estaba hundido y su constitución era muy gruesa. Esta especie se encontró desde Europa occidental y Marruecos hasta China, pasando por Irak e Irán. Los neanderthales estaban más capacitados y eran mentalmente más avanzados que ningún otro ser que hubiera habitado en la Tierra anteriormente (figura Nº 11).




                                                                  11 Homo Neanderthal

Constituyeron la primera especie de homínido moderna que vivió por toda Europa, Asia y África. Su volumen craneal de 1.500 centímetros cúbicos, llegó a ser superior al nuestro. Eran mentalmente más avanzados que ningún otro ser que hubiera habitado en la Tierra anteriormente, también se les llamó antiguamente como “cabezas chatas”.
Esta especie humana vivió la última glaciación y se adaptó a ella construyendo hogares excavados en el suelo o en cavernas y manteniendo hogueras encendidas dentro de ellos. Para obtener fuego buscaban troncos secos y hacían orificios en ellos, luego le introducían hierbas secas. Sujetaban la parte superior de una vara seca, que previamente introducían en el hoyo, entre las palmas de las manos juntas, y comenzaban a hacerla girar hacia delante y hacia atrás, presionando hasta abajo del hoyo mientras la hacían girar. El movimiento continuo agrandaba el orificio y se acumulaba junto a las hierbas el aserrín generado. Así lograban que el orificio comenzara a echar humo y se encendiera una pequeña brasa, que encendía las fibras secas. Soplaban hasta que apareciera una llama, le agregaban unas cuantas astillas y ya tenían vivo el fuego. Se debía alimentarlo constantemente para que no se apagara. A tales efectos se designaban, expresamente, encargados de mantenerlo vivo. Generalmente de esa tarea se ocupaban algunas mujeres jóvenes, que luego conoceremos en la antigua Grecia como Vestales.

Los neanderthales que vivían en las zonas del norte de Europa fueron cazadores y se especializaron en atrapar a los grandes mamíferos árticos, el mamut y el rinoceronte lanudo, cuyos restos llevaban arrastrando hasta la entrada de sus cuevas, en donde los cortaban en pedazos.
Los hombres de Neanderthal se cubrían con pieles y disponían de mejores útiles de piedra y hueso que sus antepasados. Poseían manifestaciones rituales y artísticas, dibujaban en las cuevas tanto seres humanos como animales  (figura Nº 12), además realizaban una actividad novedosa, enterraban a sus muertos con gran esmero.
                                                                      
                                                                 
                                  12 Neanderthal dibujando animales en un la pared de una cueva

En Asia se encontró un niño de Neanderthal enterrado entre un círculo de cuernos de animales.
Los muertos no sólo eran enterrados cuidadosamente, sino que también el muerto era provisto de utensilios y comida. Es posible que los enterramientos y los vestigios de rituales en los que aparecen animales señalen los inicios de la religión. Tal vez creían ya en una especie de continuación de la vida después de la muerte. De otra manera no se explica que le dejaran al finado utensilios, armas y comida.
El hombre de Neanderthal desapareció bruscamente hace 30.000 años, en el Paleolítico inferior, a fines de la cuarta glaciación, refugiados en cuevas de la península Ibérica; su lugar fue ocupado por el Homo sapien sapiens.



                                                               VI
    
                                                              ADN del hombre de Neandertal

En 1997 se publica la secuencia de un trozo del ADN del primer fósil que se encontró del hombre de Neandertal, una subespecie extinta de la especie humana. Es la primera vez que se obtiene la secuencia molecular de un fósil humano. Cuando la secuencia se comparó con secuencias homólogas de ADN humano actual se dedujo que el antepasado común de nosotros y el hombre de Neandertal vivió hace 500.000 años, de lo que se concluye que el hombre de Neandertal se extinguió sin mezclarse con el hombre actual. Sin embargo Carlos Loluenza-Fox de la Universidad de California opina lo contario, basándose en estudios y trabajos de Bruce Lahn y Svante Pääbo. Loluenza-Fox afirma:” Lo que parecía descartado por el ADN mitocondrial ya no lo está en absoluto. Se contempla cada vez más la posibilidad de flujo genético (sexo) entre Neanderthales y Sapiens”. 


                                                             VII

                                                         Teorías acerca de su desaparición

El hombre de Neanderthal bien pudo haberse cruzado con los Cromagnon, grupo perteneciente al Homo sapiens sapiens. El fósil de Neanderthal hallado no exime que otros individuos de su especie se hubieran mezclado. La extinción pudo haberse debido a dos causas, una de ellas, la expansión de su volumen craneal y otra, la disputa de los nichos con los Cromagnon. Éstos más evolucionados podían transmitir verbalmente a sus descendientes sus conocimientos y de esa manera fueron perdiendo la memoria ancestral o instinto, que se conserva en los demás seres vivos. La parte más antigua de nuestro cerebro es el llamado paleoencéfalo o cerebro primitivo, instintivo o simplemente “cerebro reptil”. Esta parte del cerebro está formada por los ganglios basales, el tronco cerebral y el sistema reticular. Se desarrolló hace unos 500 millones de años. Se encuentra presente primordialmente en los reptiles. Tiene un papel muy importante en el control de la vida instintiva. Se encarga de autorregular el organismo. Esta armazón neural suministra el mecanismo para integrar los mensajes procedentes del medio interno y del externo, y actuar en forma refleja sobre ellos. Por lo tanto, la conducta resultante es en gran parte de tipo reflejo, lo cual implica que también es estereotipada. La conducta animal e instintiva está en gran medida controlada por esta área del cerebro. En el paleoncéfalo se procesan las experiencias primarias, no verbales, de aceptación o rechazo. Aquí se organizan y procesan las funciones que tienen que ver con el hacer y el actuar, lo cual incluye las rutinas, los hábitos, la territorialidad, el espacio vital, condicionamiento, adicciones, rituales, ritmos, imitaciones, inhibiciones y seguridad. Es el responsable de la conducta automática o programada, tales como las que se refieren a la preservación de la especie y a los cambios fisiológicos necesarios para la supervivencia. En conclusión, este cerebro se caracteriza por la acción. Es sobre todo como un guardián de la vida, relacionado directamente con el sistema neurovegetativo. Aquí encontramos los mayores sentidos de supervivencia y lucha y además, por su interrelación con los poros de la piel, este primer cerebro es nuestro sensor de peligros para el cuerpo en general. Permite con rapidez la adaptación por medio de respuestas elementales poco complicadas, emocional o intelectualmente. En el hombre primitivo ésta conducta no está en principio basada en las experiencias previas. Retiene lo asimilado por sus antepasados, tiene una memoria ancestral, no es adquirida por conocimientos impartidos por sus mayores, que por otra parte no sabían comunicarse mediante el lenguaje articulado. Este cerebro primitivo es una herencia de los períodos cavernarios, donde la supervivencia era lo esencial.
El paleoencéfalo sustenta una parte de la mente inconsciente y les permitía conectarse de otra manera con el entorno y con ellos mismos.
Para el Homo sapiens sapiens, en este lugar, se encuentra su herencia animal, prehistórica, fundamental, lo conecta directamente con el instinto y con las fuerzas de la naturaleza. A lo largo de la evolución las adquisiciones del cerebro primitivo permanecen casi idénticas en nuestro cerebro. El cerebro paleoncéfalo hace sus aportes a las conductas cotidianas. Está involucrado en la concepción de delimitación territorial, así como en una existencia rígida y casi programada. Es típica de esta conducta la repetición: un reptil nunca improvisa o investiga nuevas maneras de llegar desde su cueva hasta el borde de un arroyo, ya una vez aprendido un camino, morirá haciendo una y otra vez el mismo itinerario. Por eso puede vinculárselo a los rituales y ceremonias, así como a los comportamientos obsesivos y rutinarios.
Es en este primer cerebro donde las adicciones son muy poderosas, tanto a algo como a alguien o a una forma de actuar. Es responsable de esa fuerte ligazón que se establece desde edades muy tempranas de la vida con personas u objetos del entorno. Hay algo de la memoria ancestral que queda como el amor filial, adhesión a su familia, al clan, gusto de crear algunas cosas, placer por la caza y domesticar animales, perros, gatos, caballos, entre otros (figura Nº 13).

                                                                 13 Familia Neanderthal

Pero también puede involucrar elecciones que necesitarían un aporte decisivo de los “otros dos cerebros”, como es el caso de la elección de la pareja y de la actividad que va a realizar preferentemente. El cerebro fue evolucionando, adaptándose, creando nuevas estructuras y modificando funciones. Así aparecieron el cerebro medio o emocional, el mesoencéfalo, sede del sistema límbico, es el cerebro social, el del afecto y el miedo.
Este es común a todos los mamíferos e incluso las aves y finalmente, lo último en materia de evolución, la corteza cerebral, sede de la palabra, la razón, la personalidad y el pensamiento lógico, común a todos los primates, pero desarrollada especialmente en los seres humanos.

El Neanderthal se habría quedado a medio camino en el proceso evolutivo y como su memoria ancestral le permitía vivir perfectamente en su medio, no innovaba, no aprendió a comunicarse mediante el lenguaje hablado. Ante la presencia del Cromagnon fue perdiendo posibilidades de sobrevivir y se extinguió (figura Nº 14).

                                                                     
                                        14 Fue perdiendo posibilidades de sobrevivir y se extinguió

Luego del Neanderthal surgió el Homo sapiens sapiens, el hombre de Cromagnon y otros, que veremos en el próximo artículo antes de adentrarnos en las relaciones que pudieron haber entre los seres humanos y los dinosaurios.