viernes, 3 de febrero de 2012

Dragones, el libro de Thot y otras “yerbas” Héctor de Bethencourt Ante las diversas consultas respecto a los dragones tengo el placer de informar a mis amigos algo acerca de ellos.. En principio voy a aclarar algunos puntos, a veces un tanto difusos para los legos. La leyenda es una composición poética que narra sucesos maravillosos basados en realidades que la imaginación de los autores, orales o escritos, han deformado. Nace de la tradición oral del de relatar hechos fantásticos que extrae elementos, personas o cosas, y les da categoría de símbolos. En cambio el mito, mientras la leyenda la constituyen personajes y hechos humanos, trata el mito acerca de seres sobrehumanos fuera de la historia del ser humano. Los cuentos de hadas, para algunos, son una mezcla de mito y leyenda. Las historias e dragones son, entonces, mitos como el de Excalibur. Las leyendas, los misterios o cosa secreta de cualquier religión, son hechos que no se pueden explicar como la virginidad de María, la resurrección, los milagros hebreos, musulmanes, egipcios, griegos, sumerios y cristianos, entre otros. El tema es vastísimo, va desde las ceremonias religiosas secretas, culto o las deidades de la naturaleza y entre ellos el Libro de Thot. Dicho libro es atribuido al dios egipcio inventor de la escritura, las matemáticas, la música, y obviamente la lira y y otra diferentes importantes cosas. El que desee ampliar acerca de éste y otros temas les recomiendo lean el libro Carl Sagán, “Los dragones del Edén”. Un dragón es parte de una interesante mitología del antiguo Egipto, y se llama el dragón alado de Ra. Representaba el inframundo oscuro y luchó con el dios del sol todas las noches. Ra estaba sentado en su barca bella, y fue remando suavemente de este a oeste cada día. Al medio día su poder era tan fuerte, incluso los faraones, o reyes, no se atrevió ni siquiera mirar el dios del sol. Ra tenía un solo enemigo, y que, por supuesto, era un dragón. Al final del día Ra tuvo que viajar en el tenebroso mundo del hampa. Viajó con el Dios de la Tormenta, Seth. Una entidad con cabeza de hiena. Éste lo durmió y al poder despertar tuvo que luchar en las oscuras cavernas del inframundo con el señor dragón de las tinieblas. Lo derrotó pero le permitió que tuviera poderes inmensos del más allá que podría transmitir si lo deseaba a los seres humanos. Al parecer esto se afirma en el libro de Thot. Los egipcios pasaron de ser un pueblo de pastores, a trocarse en una gran superpotencia cultural. Si esta última hipótesis fuese cierta, también se da como verdadera la leyenda del Libro de Thot. En él los dioses, o seres a quien los antiguos egipcios tomaron por divinidades, plasmaron los conocimientos necesarios para crear una nueva civilización. Thot es representado como un ser humano con cabeza de ibis. En sus manos sostiene una pluma y una paleta con tinta, al igual que el resto de escribas del país de los faraones. Era el secretario de los dioses, y por tanto, el encargado de transmitir sus conocimientos a los demás mortales. Inventó la escritura, y sus signos son un mono y una luna. Asimismo es el padre de la gramática, la Astronomía, las matemáticas, la música. La lira por ende y otras cosas importantes. Según la antigua tradición egipcia vivió en la hoy desconocida ciudad de Hermópolis, donde posiblemente acabó sepultado su preciado libro. El primer texto conocido donde se hace referencia a este manuscrito es el papiro de Turis, publicado en París a finales del siglo XVIII. Aquí se describe el intento de asesinato de un faraón, a través de fórmulas mágicas extraídas de las entrañas del Libro de Thot. Descubierta en 1828 y datada en el siglo IV antes de Cristo, narra por boca del mismísimo dios escriba, como él quemó su codiciado tesoro tras expulsar de la Tierra a Set, el señor de las tinieblas, y a siete caballeros del mal. Más tarde, en plena Edad Media son muchos los magos que afirmaron poseer el famoso libro, del cual extraían sus hechizos y sortilegios. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones El fabuloso Ankh-en-maan, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural. Según los chinos estamos en el año del dragón, pero ello nada tiene que ver con el aspecto científico que se debe encarar en el estudio de los dinosaurios. Nadie pudo demostrar jamás tales hechos atribuidos a Thot, lógicamente, aunque sí es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza. También existía el Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero los mitólogo consideran todo eso como verdadera “mitología” y nada más, creaciones de la imaginación humana. El origen del libro de Thot se dice está en una doctrina mezcla de magia, ciencia y filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza. A Salomón, le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé. Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural. Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad, según los religiosos. El mismo Adolfo Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito, créase en ello o no, para salvaguardar a su pueblo. Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia. Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. La palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de ocultistas afirmaran poseerlo. Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título. No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento. Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad. Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz para los versados en cábala judía. La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos. Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. También existieron otras que pudieron ser las verdaderas, las que pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. La identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido. Los que lo leyeron, se dice, el libro secreto del dios Thot, cayeron en la locura. Esto ha motivado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública. “Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía, se supone, en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas”. El Tarot ó Libro de Thot fue en su origen el libro sagrado de los antiguos egipcios. Los temas que con mayor frecuencia fueron estudiados por los sacerdotes egipcios eran los relacionados a las cosas del espíritu. También es cierto que cada una de las figuras, contienen muchos elementos útiles para realizar test relacionados con la psicología, y este tal vez haya sido el uso que se le dio en su origen. Desde siempre ha sido una tendencia natural de todo ser humano, él investigarse a sí mismo, para conocer tanto su origen antes de nacer, como su futuro después de la muerte. Se utiliza como método de detección y predicción por inspiración, ya que sus enseñanzas se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado; esta dualidad de mundos, es en consecuencia el principio enunciado por el maestro Thot que decía: "Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba". Este es uno de los siete principios del Kibalión, y estas son las siete leyes fundamentales de la vida. Todas las investigaciones de los creyentes reconocen al Tarot Egipcio como una de las más perfectas formas de interpretación, tanto para revelar misterios del inconsciente, como para las cosas de la vida cotidiana, ya que revela siempre cosas ocultas y ofrece al consultante los más sabios consejos, encontrando el problema y de ésta manera aparece la solución. No es necesario ser un estudioso del ocultismo, para comprender y utilizar la autoayuda ofrecida por este sistema. Podría darnos la clave para conocernos mejor y ayudar a conocerse a los demás. Pero la relación con los dinosaurios como generador de poderes desconocidos nadie lo ha podido probar, en el supuesto, y para mí imposible convivencia entre los dragones y el ser humano. El dinosaurio sí existió pero el dragón es un producto de la imaginación humana. El descubrimiento de esqueletos de dinosaurios hizo creer a algunos que eran dragones, mejor dicho desearon creer. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones. El fabuloso Ankh-en-maat, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural. Según los chinos estamos en el año del dragón, pero todo lo que te cuento nada tiene que ver con el aspecto científico que quise darle a mi trabajo. Ninguno pudo demostrar jamás tales hechos, aunque si es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza. También podría contarte acerca del Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero, yo mitólogo considero todo eso como verdadera “mitología” creaciones de la imaginación humana y me divierta leyéndolas. Esta doctrina mezcla de magia, Ciencia y Filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza. A Salomón le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé. Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural. Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad. El mismo Adolf Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito para salvaguardar a su pueblo. Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia. Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. la palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de oculistas afirmaran poseerlo. Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título, No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento. Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad. Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz si estamos versados en cábala judía. La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos. Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. En honor a la verdad, también existieron otras clavículas que pudieron ser las verdaderas. Pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. Pero la identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido. El poder de las letras no es nada despreciable, sobre todo porque en ellas pueden ir conocimientos con una fuerza que desconocemos. Un caso singular es la historia de Lafayette Ron Hubbard, conocido escritor de novelas de ciencia-ficción, nuevamente de moda gracias a la película Campo de batalla la Tierra, basada en una de sus obras. Este singular norteamericano cambió radicalmente su forma de pensar tras sufrir una experiencia de premuerte en la Segunda Guerra Mundial. Concibió entonces una nueva forma de psicoanálisis, basada en los engramas. Con esta palabra definía las trabas que de manera inconsciente arrastramos desde pequeños, marcados por lo que escuchamos desde que estamos en el vientre dé nuestra madre. Sus teorías, que no tienen fundamento científico alguno, se plasmaron en una de las obras más vendidas de la Historia: Dianética. Con este libro de autoayuda pretendía llevar a los sujetos hasta un estado psíquico que definió como "claridad". La primera persona con la que experimentó su novedosa teoría fue su mujer, que al alcanzar la "claridad" pidió el divorcio. Se ve que algo de razón tenía... Más tarde creó la Iglesia de la Cienciología, hoy en día considerada una secta. El caso es que miles de personas siguen fielmente su obra, y Dianética es el libro de autoayuda más vendido del mundo. Este extraño personaje reunió su vida y recuerdos, en una obra a la que tituló Excalibur. Según relata Jacques Bergier en su ensayo, Los libros condenados, todos los amigos de Hubbard que lo leyeron, haciendo de cobayas, cayeron en la locura. Esto ha provocado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública. Pocos son, por tanto, los que realmente conocen las experiencias de su fundador, aunque viendo los resultados psíquicos que afrontan quienes las leen, deben ser de sumo interés. Este libro no es el único que ha tenido la capacidad de volver loco a sus lectores. A mediados del siglo XIX, Berbiguer de Terre plasmó en un manuscrito sus experiencias tras haber sido objeto de una terrible maldición. Su obra, que llevaba el titulo de Los duendes o todos los demonios no es del otro mundo, provocaba trastornos mentales a todo aquel que se atreviera a leerla. De todas formas, es preciso recordar que estos dos casos son excepcionales. Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas. ________________________________________ ________________________________________ ________________________________________ Dragones, el libro de Thot y otras “yerbas” Héctor de Bethencourt Ante las diversas consultas respecto a los dragones tengo el placer de informar a mis amigos algo acerca de ellos.. En principio voy a aclarar algunos puntos, a veces un tanto difusos para los legos. La leyenda es una composición poética que narra sucesos maravillosos basados en realidades que la imaginación de los autores, orales o escritos, han deformado. Nace de la tradición oral del de relatar hechos fantásticos que extrae elementos, personas o cosas, y les da categoría de símbolos. En cambio el mito, mientras la leyenda la constituyen personajes y hechos humanos, trata el mito acerca de seres sobrehumanos fuera de la historia del ser humano. Los cuentos de hadas, para algunos, son una mezcla de mito y leyenda. Las historias e dragones son, entonces, mitos como el de Excalibur. Las leyendas, los misterios o cosa secreta de cualquier religión, son hechos que no se pueden explicar como la virginidad de María, la resurrección, los milagros hebreos, musulmanes, egipcios, griegos, sumerios y cristianos, entre otros. El tema es vastísimo, va desde las ceremonias religiosas secretas, culto o las deidades de la naturaleza y entre ellos el Libro de Thot. Dicho libro es atribuido al dios egipcio inventor de la escritura, las matemáticas, la música, y obviamente la lira y y otra diferentes importantes cosas. El que desee ampliar acerca de éste y otros temas les recomiendo lean el libro Carl Sagán, “Los dragones del Edén”. Un dragón es parte de una interesante mitología del antiguo Egipto, y se llama el dragón alado de Ra. Representaba el inframundo oscuro y luchó con el dios del sol todas las noches. Ra estaba sentado en su barca bella, y fue remando suavemente de este a oeste cada día. Al medio día su poder era tan fuerte, incluso los faraones, o reyes, no se atrevió ni siquiera mirar el dios del sol. Ra tenía un solo enemigo, y que, por supuesto, era un dragón. Al final del día Ra tuvo que viajar en el tenebroso mundo del hampa. Viajó con el Dios de la Tormenta, Seth. Una entidad con cabeza de hiena. Éste lo durmió y al poder despertar tuvo que luchar en las oscuras cavernas del inframundo con el señor dragón de las tinieblas. Lo derrotó pero le permitió que tuviera poderes inmensos del más allá que podría transmitir si lo deseaba a los seres humanos. Al parecer esto se afirma en el libro de Thot. Los egipcios pasaron de ser un pueblo de pastores, a trocarse en una gran superpotencia cultural. Si esta última hipótesis fuese cierta, también se da como verdadera la leyenda del Libro de Thot. En él los dioses, o seres a quien los antiguos egipcios tomaron por divinidades, plasmaron los conocimientos necesarios para crear una nueva civilización. Thot es representado como un ser humano con cabeza de ibis. En sus manos sostiene una pluma y una paleta con tinta, al igual que el resto de escribas del país de los faraones. Era el secretario de los dioses, y por tanto, el encargado de transmitir sus conocimientos a los demás mortales. Inventó la escritura, y sus signos son un mono y una luna. Asimismo es el padre de la gramática, la Astronomía, las matemáticas, la música. La lira por ende y otras cosas importantes. Según la antigua tradición egipcia vivió en la hoy desconocida ciudad de Hermópolis, donde posiblemente acabó sepultado su preciado libro. El primer texto conocido donde se hace referencia a este manuscrito es el papiro de Turis, publicado en París a finales del siglo XVIII. Aquí se describe el intento de asesinato de un faraón, a través de fórmulas mágicas extraídas de las entrañas del Libro de Thot. Descubierta en 1828 y datada en el siglo IV antes de Cristo, narra por boca del mismísimo dios escriba, como él quemó su codiciado tesoro tras expulsar de la Tierra a Set, el señor de las tinieblas, y a siete caballeros del mal. Más tarde, en plena Edad Media son muchos los magos que afirmaron poseer el famoso libro, del cual extraían sus hechizos y sortilegios. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones El fabuloso Ankh-en-maan, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural. Según los chinos estamos en el año del dragón, pero ello nada tiene que ver con el aspecto científico que se debe encarar en el estudio de los dinosaurios. Nadie pudo demostrar jamás tales hechos atribuidos a Thot, lógicamente, aunque sí es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza. También existía el Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero los mitólogo consideran todo eso como verdadera “mitología” y nada más, creaciones de la imaginación humana. El origen del libro de Thot se dice está en una doctrina mezcla de magia, ciencia y filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza. A Salomón, le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé. Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural. Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad, según los religiosos. El mismo Adolfo Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito, créase en ello o no, para salvaguardar a su pueblo. Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia. Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. La palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de ocultistas afirmaran poseerlo. Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título. No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento. Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad. Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz para los versados en cábala judía. La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos. Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. También existieron otras que pudieron ser las verdaderas, las que pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. La identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido. Los que lo leyeron, se dice, el libro secreto del dios Thot, cayeron en la locura. Esto ha motivado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública. “Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía, se supone, en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas”. El Tarot ó Libro de Thot fue en su origen el libro sagrado de los antiguos egipcios. Los temas que con mayor frecuencia fueron estudiados por los sacerdotes egipcios eran los relacionados a las cosas del espíritu. También es cierto que cada una de las figuras, contienen muchos elementos útiles para realizar test relacionados con la psicología, y este tal vez haya sido el uso que se le dio en su origen. Desde siempre ha sido una tendencia natural de todo ser humano, él investigarse a sí mismo, para conocer tanto su origen antes de nacer, como su futuro después de la muerte. Se utiliza como método de detección y predicción por inspiración, ya que sus enseñanzas se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado; esta dualidad de mundos, es en consecuencia el principio enunciado por el maestro Thot que decía: "Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba". Este es uno de los siete principios del Kibalión, y estas son las siete leyes fundamentales de la vida. Todas las investigaciones de los creyentes reconocen al Tarot Egipcio como una de las más perfectas formas de interpretación, tanto para revelar misterios del inconsciente, como para las cosas de la vida cotidiana, ya que revela siempre cosas ocultas y ofrece al consultante los más sabios consejos, encontrando el problema y de ésta manera aparece la solución. No es necesario ser un estudioso del ocultismo, para comprender y utilizar la autoayuda ofrecida por este sistema. Podría darnos la clave para conocernos mejor y ayudar a conocerse a los demás. Pero la relación con los dinosaurios como generador de poderes desconocidos nadie lo ha podido probar, en el supuesto, y para mí imposible convivencia entre los dragones y el ser humano. El dinosaurio sí existió pero el dragón es un producto de la imaginación humana. El descubrimiento de esqueletos de dinosaurios hizo creer a algunos que eran dragones, mejor dicho desearon creer. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones. El fabuloso Ankh-en-maat, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural. Según los chinos estamos en el año del dragón, pero todo lo que te cuento nada tiene que ver con el aspecto científico que quise darle a mi trabajo. Ninguno pudo demostrar jamás tales hechos, aunque si es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza. También podría contarte acerca del Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero, yo mitólogo considero todo eso como verdadera “mitología” creaciones de la imaginación humana y me divierta leyéndolas. Esta doctrina mezcla de magia, Ciencia y Filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza. A Salomón le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé. Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural. Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad. El mismo Adolf Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito para salvaguardar a su pueblo. Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia. Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. la palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de oculistas afirmaran poseerlo. Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título, No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento. Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad. Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz si estamos versados en cábala judía. La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos. Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. En honor a la verdad, también existieron otras clavículas que pudieron ser las verdaderas. Pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. Pero la identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido. El poder de las letras no es nada despreciable, sobre todo porque en ellas pueden ir conocimientos con una fuerza que desconocemos. Un caso singular es la historia de Lafayette Ron Hubbard, conocido escritor de novelas de ciencia-ficción, nuevamente de moda gracias a la película Campo de batalla la Tierra, basada en una de sus obras. Este singular norteamericano cambió radicalmente su forma de pensar tras sufrir una experiencia de premuerte en la Segunda Guerra Mundial. Concibió entonces una nueva forma de psicoanálisis, basada en los engramas. Con esta palabra definía las trabas que de manera inconsciente arrastramos desde pequeños, marcados por lo que escuchamos desde que estamos en el vientre dé nuestra madre. Sus teorías, que no tienen fundamento científico alguno, se plasmaron en una de las obras más vendidas de la Historia: Dianética. Con este libro de autoayuda pretendía llevar a los sujetos hasta un estado psíquico que definió como "claridad". La primera persona con la que experimentó su novedosa teoría fue su mujer, que al alcanzar la "claridad" pidió el divorcio. Se ve que algo de razón tenía... Más tarde creó la Iglesia de la Cienciología, hoy en día considerada una secta. El caso es que miles de personas siguen fielmente su obra, y Dianética es el libro de autoayuda más vendido del mundo. Este extraño personaje reunió su vida y recuerdos, en una obra a la que tituló Excalibur. Según relata Jacques Bergier en su ensayo, Los libros condenados, todos los amigos de Hubbard que lo leyeron, haciendo de cobayas, cayeron en la locura. Esto ha provocado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública. Pocos son, por tanto, los que realmente conocen las experiencias de su fundador, aunque viendo los resultados psíquicos que afrontan quienes las leen, deben ser de sumo interés. Este libro no es el único que ha tenido la capacidad de volver loco a sus lectores. A mediados del siglo XIX, Berbiguer de Terre plasmó en un manuscrito sus experiencias tras haber sido objeto de una terrible maldición. Su obra, que llevaba el titulo de Los duendes o todos los demonios no es del otro mundo, provocaba trastornos mentales a todo aquel que se atreviera a leerla. De todas formas, es preciso recordar que estos dos casos son excepcionales. Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas. ________________________________________ ________________________________________ ________________________________________

     
                              Dragones, el libro de Thot y otras “yerbas”
                                                                                            Héctor de Bethencourt


Ante las diversas consultas respecto a los dragones tengo el placer de informar a mis amigos algo acerca de ellos.
En principio voy a aclarar algunos puntos, a veces un tanto difusos para los legos. La leyenda es una composición poética que narra sucesos maravillosos basados en realidades que la imaginación de los autores, orales o escritos, han deformado.   Nace de la tradición oral del de relatar hechos fantásticos que extrae elementos, personas o cosas, y les da categoría de símbolos. En cambio el mito, mientras la leyenda la constituyen personajes y hechos humanos, trata el mito acerca de seres sobrehumanos fuera de la historia del ser humano. Los cuentos de hadas, para algunos, son una mezcla de mito y leyenda.  Las historias e dragones son, entonces, mitos como el de Excalibur.
Las leyendas, los misterios o cosa secreta de cualquier religión, son hechos que no se pueden explicar como la virginidad de María, la resurrección, los milagros hebreos, musulmanes, egipcios, griegos, sumerios y cristianos, entre otros. El tema es vastísimo, va desde las ceremonias religiosas secretas, culto o las deidades de la naturaleza y entre ellos el Libro de Thot.  Dicho libro es atribuido al dios egipcio inventor de la escritura, las matemáticas, la música, y obviamente la lira y   y otra diferentes importantes cosas. El que desee ampliar acerca de éste y otros temas les recomiendo lean el libro Carl Sagán, “Los dragones del Edén”. 
Un dragón es parte de una interesante mitología del antiguo Egipto, y se llama el dragón alado de Ra. Representaba el inframundo oscuro y luchó con el dios del sol todas las noches. Ra estaba sentado en su barca bella, y fue remando suavemente de este a oeste cada día. Al medio día su poder era tan fuerte, incluso los faraones, o reyes, no se atrevió ni siquiera mirar el dios del sol. Ra tenía un solo enemigo, y que, por supuesto, era un dragón. Al final del día Ra tuvo que viajar en el tenebroso mundo del hampa. Viajó con el Dios de la Tormenta, Seth. Una entidad con cabeza de hiena. Éste lo durmió y al poder despertar tuvo que luchar en las oscuras cavernas del inframundo con el señor dragón de las tinieblas. Lo derrotó pero le permitió que tuviera poderes inmensos del más allá que podría transmitir si lo deseaba a los seres humanos. Al parecer esto se afirma en el libro de Thot.
Los egipcios pasaron de ser un pueblo de pastores, a trocarse en una gran superpotencia cultural. Si esta última hipótesis fuese cierta, también se da como verdadera la leyenda del Libro de Thot. En él los dioses, o seres a quien los antiguos egipcios tomaron por divinidades, plasmaron los conocimientos necesarios para crear una nueva civilización. Thot es representado como un ser humano con cabeza de ibis. En sus manos sostiene una pluma y una paleta con tinta, al igual que el resto de escribas del país de los faraones. Era el secretario de los dioses, y por tanto, el encargado de transmitir sus conocimientos a los demás mortales. Inventó la escritura, y sus signos son un mono y una luna. Asimismo es el padre de la gramática, la Astronomía, las matemáticas, la música. La lira por ende y otras cosas importantes. Según la antigua tradición egipcia vivió en la hoy desconocida ciudad de Hermópolis, donde posiblemente acabó sepultado su preciado libro. El primer texto conocido donde se hace referencia a este manuscrito es el papiro de Turis, publicado en París a finales del siglo XVIII. Aquí se describe el intento de asesinato de un faraón, a través de fórmulas mágicas extraídas de las entrañas del Libro de Thot. Descubierta en 1828 y datada en el siglo IV antes de Cristo, narra por boca del mismísimo dios escriba, como él quemó su codiciado tesoro tras expulsar de la Tierra a Set, el señor de las tinieblas, y a siete caballeros del mal. Más tarde, en plena Edad Media son muchos los magos que afirmaron poseer el famoso libro, del cual extraían sus hechizos y sortilegios. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones
El fabuloso Ankh-en-maan, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural.
Según los chinos estamos en el año del dragón, pero ello nada tiene que ver con el aspecto científico que se debe encarar en el estudio de los dinosaurios.
Nadie pudo demostrar jamás tales hechos atribuidos a Thot, lógicamente, aunque sí es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza.

El Tarot ó Libro de Thot fue en su origen el libro sagrado de los antiguos egipcios. Los temas que con mayor frecuencia fueron estudiados por los sacerdotes egipcios eran los relacionados a las cosas del espíritu.
El libro estaba compuesto por símbolos y jeroglíficos y fue finalmente hecho en 78 láminas de oro puro, y en el estaba contenida "aquella cosa que da conocimiento a todo lo demás".
Así encontramos una verdadera conexión con la pirámide de Keops ó la gran pirámide, con las escuelas de iniciación y herméticas antiguas, con la astrología, la numerología y con todo lo relacionado al espíritu y al subconsciente y de manera muy notable con la Biblia, además de los libros sagrados de las mas importantes religiones.
Se piensa que el Tarot es la clave que tanto se ha buscado, para lograr una verdadera interpretación de la Biblia, esto asociándolo con quienes la escribieron en su origen. Es muy probable que en el Antiguo Egipto se hayan utilizado las figuras originales del Tarot, para la búsqueda de la orientación psíquica, y así investigar la personalidad del ser humano desde un punto de vista clínico. También es cierto que cada una de las figuras, contienen muchos elementos útiles para realizar test relacionados con la psicología, y este tal vez haya sido el uso que se le dio en su origen.
Con respecto a esto, no podemos olvidar ó quizás preguntarnos: que fue lo que llevó a Sigmund Freud, en el ocaso de su vida a realizar varios viajes a Egipto y escribir un libro sobre la XVIII dinastía? , este libro se llamó: "Moisés y la religión monoteísta".
A esto último debemos agregar que después de la muerte de Freud, en su casa de Viena hoy convertida en museo, se encontró en su escritorio un mazo de Tarot Egipcio con señales claras de haber sido utilizado con frecuencia; esto nos abre otro interrogante: de qué forma Freud, considerado el padre del psicoanálisis utilizaba el Tarot?, como autoayuda ó para el análisis de sus pacientes?
También sabemos que desde siempre ha sido una tendencia natural de todo ser humano, él investigarse a sí mismo, para conocer tanto su origen antes de nacer, como su futuro después de la muerte.
El Tarot ó Libro de Thot se utiliza como método de detección y predicción por inspiración, ya que sus enseñanzas se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado; esta dualidad de mundos, es en consecuencia el principio enunciado por el maestro Thot que decía: "Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba". Este es uno de los siete principios del Kibalión, y estas son las siete leyes fundamentales de la vida.
Todas las investigaciones reconocen al Tarot Egipcio como una de las más perfectas formas de interpretación, tanto para revelar misterios del inconsciente, como para las cosas de la vida cotidiana, ya que revela siempre cosas ocultas y ofrece al consultante los más sabios consejos, encontrando el problema y de ésta manera aparece la solución.
No es necesario ser un estudioso del ocultismo, para comprender y utilizar la autoayuda ofrecida por este sistema.
El Tarot Egipcio puede darnos la clave para conocernos mejor y ayudar a conocerse a los demás.
“Busquemos ahora la etimología de la palabra Tarot.
Vaillant afirma que la diosa Ashtaroth (As - ta - roth) es la misma Inda-Tartar (Tan-Tara) ó lo que es lo mismo: el Zodíaco.
Esto es que el Tarot podría significar Zodíaco ó relación con el cielo y lo divino.
Mc Gregor Mathers, cree que la palabra egipcia Taru, significa: "para consulta" ó "lo que requiere respuesta", y ciertamente tanto el Tarot como el Zodíaco, para eso son desde su origen: para consultar y que den respuestas.
Otras palabras podrían explicar el nombre Tarot:
  • Torah: que en hebreo significa: La Ley
  • Throa: que en hebreo significa: La Puerta
  • Rota: que en latín significa: Lo que habla o La rueda de la vida y la muerte.
  • Orat: que en latín significa: El hombre que reza.
  • Taor: que en antiguo egipcio significa: Taur (dios de la obscuridad)
  • Ator: que en antiguo egipcio significa: Venus o La gran madre.
  • Taro: que en antiguo egipcio significa: Que hace girar
Court de Gëbelin afirma que existen tres palabras egipcias hasta hoy conservadas en el juego de cartas, que son: Taro, Mat, Pagad.
Esta autor afirma que Taro es egipcio puro, tomado de: Tar que significa "camino" y de Ro ó Ros ó Rog que significa: "camino real" ó "camino para reyes" ó "camino del rey".
Mat no precisamente es palabra egipcia, aunque si oriental y significa: "el mal" o "lo malo" Pagad significa: "Jefe" o "Maestro" o "el bien" Gad en egipcio significa: "Fortuna".
Como se habrán dado cuenta, todas estas acepciones confirman el origen egipcio del Tarot, pues al cambiar de lugar y de época, las palabras cambiaron de sonido y no de significado”.
También existía el Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero los  mitólogo consideran todo eso como verdadera “mitología” y nada más, creaciones de la imaginación humana. El origen del libro de Thot se dice está en una doctrina mezcla de magia, ciencia y filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza. A Salomón, le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé. Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural.
Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad, según los religiosos.
El mismo Adolfo Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito, créase en ello o no, para salvaguardar a su pueblo.
Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia.
Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. La palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de ocultistas afirmaran poseerlo. Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título. No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento. Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad.
Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz para los versados en cábala judía.
La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos.
Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. También existieron otras que pudieron ser las verdaderas, las que pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. La identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido.
Los que lo leyeron, se dice, el libro secreto del dios Thot, cayeron en la locura. Esto ha motivado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública.
“Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía, se supone, en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas”.
El Tarot ó Libro de Thot vimos fue en su origen el libro sagrado de los antiguos egipcios. Los temas que con mayor frecuencia fueron estudiados por los sacerdotes egipcios eran los relacionados a las cosas del espíritu.
También es cierto que cada una de las figuras, contienen muchos elementos útiles para realizar test relacionados con la psicología, y este tal vez haya sido el uso que se le dio en su origen.
Desde siempre ha sido una tendencia natural de todo ser humano, él investigarse a sí mismo, para conocer tanto su origen antes de nacer, como su futuro después de la muerte.
Se utiliza como método de detección y predicción por inspiración, ya que sus enseñanzas se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado; esta dualidad de mundos, es en consecuencia el principio enunciado por el maestro Thot que decía: "Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba". Este es uno de los siete principios del Kibalión, y estas son las siete leyes fundamentales de la vida.
Todas las investigaciones de los creyentes reconocen al Tarot Egipcio como una de las más perfectas formas de interpretación, tanto para revelar misterios del inconsciente, como para las cosas de la vida cotidiana, ya que revela siempre cosas ocultas y ofrece al consultante los más sabios consejos, encontrando el problema y de ésta manera aparece la solución. No es necesario ser un estudioso del ocultismo, para comprender y utilizar la autoayuda ofrecida por este sistema.
Podría darnos la clave para conocernos mejor y ayudar a conocerse a los demás. Pero la relación con los dinosaurios como generador de  poderes desconocidos nadie lo ha podido probar, en el supuesto, y para mí imposible convivencia entre los dragones y el ser humano. El dinosaurio sí existió pero el dragón es un producto de la imaginación humana. El descubrimiento de esqueletos de dinosaurios hizo creer a algunos que eran dragones, mejor dicho desearon creer. Ahora bien, si se cree en los magos es solo dar un paso adelante para creer en la relación entre seres humanos, dinosaurios y dragones.
El fabuloso Ankh-en-maat, un espejo que reflejaba todo lo negativo y pernicioso de aquellos que se atreviesen a poner su rostro ante él otorgaba, la posibilidad de comprender el funcionamiento de la Tierra y las estrellas, así como el entendimiento de todo lo que podemos considerar como sobrenatural.
Según los chinos estamos en el año del dragón, pero todo lo que te cuento nada tiene que ver con el aspecto científico que quise darle a mi trabajo.
Ninguno pudo demostrar jamás tales hechos, aunque si es posible que el tarot formara parte del Libro de Thot. No en vano, estas cartas, como otros tantos artes adivinatorios representan en sí una cosmogonía. Así, según sean unos u otros los naipes que salgan en el juego, tendremos a favor o en contra determinadas fuerzas de la Naturaleza. También podría contarte acerca del Legado de Salomón y los conocimientos secretos, pero, yo mitólogo considero todo eso como verdadera “mitología” creaciones de la imaginación humana y me divierta leyéndolas.
Esta doctrina mezcla de magia, Ciencia y Filosofía, concibe el Universo, no como una creación de Dios, sino como una emanación directa del Creador. Conociendo, por tanto, los secretos de la Cábala, podemos controlar todas las energías de la Naturaleza.
A Salomón le fueron entregados estos saberes, para que los plasmara en un templo que sirviera de morada a Iahvé.
Hoy, del templo tan sólo nos queda el famoso Muro de las lamentaciones, centro de culto y objeto de veneración para todos los judíos. Gracias a estos secretos se crearon también el Arca de la Alianza o la mesa de los panes, objetos mágicos cargados con una facultad sobrenatural.
Pudiera tomarse a solfa este tipo de conocimiento, sin embargo el poder del arca hizo que se derrumbaran los muros de Jericó, los más grandes y sólidos de la antigüedad. El mismo Adolf Hitler persiguió este poder dos milenios después, convencido de que con él podría dominar el mundo. Salomón era consciente, por tanto, de que él era el último guardián de este saber oculto. No es descabellado que lo dejase escrito para salvaguardar a su pueblo.
Así nacieron las Clavículas de Salomón, una de las obras más perseguidas de la Historia.
Tal y como relataba el erudito Nicetas Choniates en una de sus obras, aquel que posea el testamento de Salomón se convertirá en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra. la palabra clavículas, viene a significar "pequeñas claves", y en la portada del libro figuran las dos columnas que había a la entrada del templo. Sin embargo, el ser un objeto tan ansiado, hizo que desde antaño gran número de oculistas afirmaran poseerlo.
Por ello no es extraño encontrarnos en las librerías gran cantidad de libros con esta portada y mismo título, No indica que sean, ni mucho menos, las verdaderas clavículas, sino que son en realidad tratados de magia con poco o ningún fundamento.

Aún así, es posible que hasta nuestros días haya llegado algún fragmento de esta fabulosa obra. En la Biblioteca Nacional de París, puede verse un manuscrito de las clavículas que nada tiene que ver con los ridículos tratados de magia medievales. Es un texto muy denso que habla de la forma de comunicarse con entidades superiores, Una buena parte de su contenido la forman grabados geométricos, que servirían para este tipo de rituales, de la misma forma que los monjes budistas tibetanos utilizan los mandaras para abrir las puertas de otra realidad.
Aunque en un principio parezca un absurdo que este texto sea una parte del legado de Salomón, no se convierte en una idea tan falaz si estamos versados en cábala judía. La interpretación de los escritos, según esta antigua tradición, no es nunca literal. Hay que reinterpretar todas las letras, dándole, además, a cada una un valor numérico. Tal es la forma que utilizaban los antiguos cabalistas para encriptar sus textos, y a buen seguro, la que utilizó el rey de los hebreos. Esto convierte al mencionado manuscrito en todo un desafío, al alcance de aquellos que se atrevan a asumirlo. En honor a la verdad, también existieron otras clavículas que pudieron ser las verdaderas. Pertenecieron al célebre ocultista Eliphas Levi, y después a Stanislas de Guaita. Su destino final fue una subasta en el Hotel Drouot de París en el año 1968. Pero la identidad de su dueño, que pagó una fortuna por ellas, es tan desconocida como su contenido.
El poder de las letras no es nada despreciable, sobre todo porque en ellas pueden ir conocimientos con una fuerza que desconocemos. Un caso singular es la historia de Lafayette Ron Hubbard, conocido escritor de novelas de ciencia-ficción, nuevamente de moda gracias a la película Campo de batalla la Tierra, basada en una de sus obras.
Este singular norteamericano cambió radicalmente su forma de pensar tras sufrir una experiencia de premuerte en la Segunda Guerra Mundial. Concibió entonces una nueva forma de psicoanálisis, basada en los engramas. Con esta palabra definía las trabas que de manera inconsciente arrastramos desde pequeños, marcados por lo que escuchamos desde que estamos en el vientre dé nuestra madre. Sus teorías, que no tienen fundamento científico alguno, se plasmaron en una de las obras más vendidas de la Historia: Dianética.
Con este libro de autoayuda pretendía llevar a los sujetos hasta un estado psíquico que definió como "claridad". La primera persona con la que experimentó su novedosa teoría fue su mujer, que al alcanzar la "claridad" pidió el divorcio.
Se ve que algo de razón tenía... Más tarde creó la Iglesia de la Cienciología, hoy en día considerada una secta. El caso es que miles de personas siguen fielmente su obra, y Dianética es el libro de autoayuda más vendido del mundo. Este extraño personaje reunió su vida y recuerdos, en una obra a la que tituló Excalibur. Según relata Jacques Bergier en su ensayo, Los libros condenados, todos los amigos de Hubbard que lo leyeron, haciendo de cobayas, cayeron en la locura. Esto ha provocado que Excalibur sea la única obra de Cienciología que no es pública. Pocos son, por tanto, los que realmente conocen las experiencias de su fundador, aunque viendo los resultados psíquicos que afrontan quienes las leen, deben ser de sumo interés.
Este libro no es el único que ha tenido la capacidad de volver loco a sus lectores. A mediados del siglo XIX, Berbiguer de Terre plasmó en un manuscrito sus experiencias tras haber sido objeto de una terrible maldición. Su obra, que llevaba el titulo de Los duendes o todos los demonios no es del otro mundo, provocaba trastornos mentales a todo aquel que se atreviera a leerla. De todas formas, es preciso recordar que estos dos casos son excepcionales.
Por lo general el contenido de los libros no hace más que enriquecer a todos aquellos que se sumergen en su lectura. La verdadera maldición de los textos nunca tuvo su base en sortilegios nefastos que caían sobre sus lectores. Más bien recaía en los saberes que guardaban, demasiado peligrosos para la soberbia de algunos, que no dudaban en pasarlos por las llamas.








 

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